Porque hay días buenos y días peores. Días blancos y días negros. También hay días grises, que, en su mayoría, se borran de tu recuerdo como la neblina que pasa. Hay días que te levantas con energía, y días en que la cama se pega a ti impidiéndote abrir siquiera un ojo. Días en que todo sale bien, perfecto; y días en que todo está torcido, y todas las esperanzas se vienen abajo. Porque no todos los días son iguales.
Cuando el silencio se llena de amor (aunque no le importe a nadie)
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Es de noche. La casa duerme. Todo está en calma, excepto esta lámpara
encendida que baña el escritorio con su luz tibia y callada. Hay un
silencio que...
Hace 1 día
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