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Tomar decisiones te da poder real. Cada decisión que tomas, desata una cadena de eventos en movimiento. Te mueves hacia tu meta con un propósito y con claridad. Sabes lo que deseas lograr y estás ansiosa por hacerlo. El poder de transformar tu vida está en tus propias manos.
¡Y todo comienza con la primera decisión de todas!
Aprende estas siete maneras en que puedes tomar una decisión y mantenerte en ella, para que cambies tu vida logrando tus metas.
Date cuenta del poder de tomar una decisión
Antes de que comiences a tomar decisiones, debes de comprender lo que una decisión hace. Cualquier decisión que tomes, desata una cadena de eventos en movimiento. Cuando decides sacar un cigarro para fumarlo, esa decisión puede llevarte a que saques otro más tarde, para obtener la misma sensación. A lo largo del día, es posible que hayas terminado con una cajetilla sin darte cuenta. Pero si decides no fumar ese primer cigarrillo, y tomar una decisión cada 5 minutos para enfocar tu atención en otra cosa cuando sientas el antojo, tus antojos eventualmente se irán desvaneciendo y dejarás de fumar, pero todo se reduce a tomar esa primera e importante decisión.
Muchas veces tomamos demasiado tiempo en tomar una decisión porque tenemos miedo de lo que pueda suceder, y como resultado, vamos con las cosas como planeándolas muy cuidadosamente, con profundo análisis y los pros y contras antes de decidir. Este es un proceso que consume mucho tiempo. Es mejor aprender a confiar en tu instinto. La mayoría de las veces, tu primer instinto es el correcto, aquél con el que te sientes a gusto. Aún cuando tu decisión te lleve a cometer un error, apoyarte en tu intuición, te hace una persona más decisiva, comparada con otro que tarda todo el día en decidir.
Comprométete con tu decisión
Cuando tomes una decisión, comprométete con ella y llévala a cabo. Comprométete con una decisión real. ¿Y qué es una decisión real? Es cuando decides sobre algo, y con base en esa decisión, se actúa. Porque no tiene sentido tomar una decisión y darle vueltas en la cabeza sin hacer algo al respecto. Eso es lo mismo que no tomar la decisión. Si quieres cambios reales en tu vida, tienes que hacer un hábito de actuar en base a tus decisiones, hasta completarlas.
Diles a otros sobre tus decisiones
Hay algo que te empuja a completar una decisión cuando se lo cuentas a alguien más. Por ejemplo, si eres de los que te cuesta trabajo iniciar el día temprano y tomas la decisión de levantarte todos los días a las 6 de la mañana, platícale a alguien tu compromiso, para que la presión te apoye en el logro de tu cometido. Utiliza tu despertador para que suene todos los días a las 6 de la mañana, durante un mes, hasta que se haya hecho un hábito, y verás cómo después, te despertarás un minuto antes de que la alarma suene. La motivación de sentirse obligada con alguien que nos importa, nos ayuda a seguir adelante hasta lograrlo.
Aprende de tus decisiones pasadas
Cuando falles al lograr algo que decidiste la primera vez, no debes darte por vencido, sino preguntarte qué es lo que puedes hacer, para que la próxima vez no falles. La verdad es que sí va haber fracasos en algunas ocasiones cuando tomes decisiones, pero en lugar de reprenderte a ti misma, aprende algo de ello. Pregúntate qué cosa estuvo bien y qué cosa estuvo mal de esa decisión que tomaste, pregúntate lo que puedes aprender de esto para que tu siguiente decisión sea mejor que la anterior. No pongas muchos énfasis en los resultados a corto plazo, más bien céntrate en los de largo plazo. Son cambios que puedes ir logrando y que lograrás con la práctica y el tiempo.
Mantente abierto a las opciones
Tomar una decisión no quiere decir que no puedas estar abierto a otras opciones. Por ejemplo, si tomaste la decisión de perder 10 libras en un mes por medio del ejercicio y si algo se atraviesa, hay otras opciones que puedes tomar para cumplir con esa meta; la decisión importante fue la de perder esas 10 libras, el cómo, puede variar. No seas empecinada y dale la bienvenida a todo nuevo conocimiento que te permita lograr lo que deseas.
Diviértete tomando decisiones
La última recomendación, es que disfrutes del proceso. Sé que tomar decisiones puede no ser lo más divertido del mundo, pero cuando lo haces seguido, se convierte en un juego de oportunidad. Aprenderás mucho sobre ti en el camino, te volverás más segura de ti misma y con otros, y tomar decisiones se te hará mucho más fácil, de tal forma que con el tiempo ya ni siquiera pensarás en ello conscientemente.
Examina las decisiones que te están esperando. ¿Hay alguna que pueda mejorar tu vida de alguna manera? ¿Hay decisiones que puedas tomar hoy que te puedan ayudar a crear un mejor mañana para ti? ¡Comienza por ellas! Espero que te sirva.
¡Organízate y serás feliz!
Por Maca Hernández
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