lunes, 25 de abril de 2011

LA HORA DE LA PASCUA





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Es hora de salir al balcón de la vida,

mirar el horizonte, despertar al alba

sentirse llenos de alegría.
 


Es hora de asomarse al infinito,

de anunciar y cantar,

trabajar y proclamar

que es posible un mundo nuevo y distinto.
 


Es hora de entrar en la noche sin miedo

y ser sus testigos;

descubrir su presencia entre nosotros

fortaleciendo nuestras esperanzas y anhelos.
 


Es hora de romper los esquemas de siempre;

de escuchar las palabras del silencio;

gustar su presencia callada, confesar la vida,

andar por los desiertos y abrir nuevas sendas

por donde pueda llegar el Reino.
 


Es hora de iniciar caminos nuevos,

arriesgarlo todo, apostar por Dios y su Reino.
 


Es hora de la Pascua, de Resurrección,

de brindar por la Vida Plena

que el Señor nos sigue trayendo,

para ensanchar nuestro corazón

y hacerlo más sensible y más fraterno.




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