sábado, 30 de abril de 2011

LA TRISTEZA

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“Sólo las peores tristezas son las que te enseñan lo que es la verdadera felicidad.”






 El Arte del Repujado


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"Un niño contento se cura antes"


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Ruth García "Nalúa Barco", en uno de los hospitales de la Fundación Vicente Ferrer.




"Ruth García Cordero", Nalúa Barco de nombre artístico, cambió sus escenarios habituales para conseguir sonrisas en hospitales de la India.

Nacida hace 35 años en Uharte Arakil, artista y clown de profesión, se fue de voluntaria a la India a los hospitales de la Fundación Vicente Ferrer. Se inventó el personaje de un fakir. Preparaba sus guiones en telugu, el idioma de Anantapur, y le aplaudían desde niños a pacientes con VIH. Aprovechó para dar clases de iniciación al circo a niños sordos. Vive en Vitoria y confiesa que ya de niña lo tenía claro: hacer felices a otros.


Conoce como pocos el lenguaje y la mirada del niño enfermo y las herramientas para activar su sonrisa. Por eso su anhelo consiste en prolongar en la Comunidad Autónoma Vasca y en Navarra el programa "PayaSOSpital" que se lleva a cabo en Valencia.


¿Qué es un clown?
 Un payaso, pero en inglés. Lo que pasa es que si digo que soy payasa parece un desprecio. Damos poco valor al arte y, por tanto, al payaso. El médico te cura el cuerpo y el payaso el alma. Somos muy necesarios.


¿Se es clown en India igual que en Pamplona o en Guadalajara?
 Mi herramienta de trabajo es el cuerpo, la expresión. El lenguaje no verbal es casi el 80 % de una conversación. Me entienden


¿Qué le ha enseñado la India?
Que cuando dicen pobreza te planteas qué es la pobreza. La pobreza la veo aquí. Al volver me ha impactado la cara de setas que tenemos aquí y la alegría y amor en la calle que he dejado allí.


¿Qué más ha aprendido?
Que un niño contento se cura antes.


¿Un niño conectado a un respirador cómo sonríe?
No sonríe. Le acaricias la cabecita, le cantas una canción. Le trasmites amor y sensación de acompañamiento. Estás con su familia.


¿Y ante el dolor qué hace?
 Si le pongo una peluca a la madre o a la abuela, pese al dolor, ver que la madre sonríe mejora al niño.


¿Está más cerca del clown triste, del listo, del tonto o del patoso?
Paso por todos. A veces soy tonta y a veces muy listilla.Y a veces soy un bufón. Pero hay que hacerlo con mucho tacto. El payaso se basa en el fracaso. En asumir el fracaso como algo humano necesario para aprender. Cuando el payaso fracasa el público se ríe porque sabe que a ellos también les pasa. El lema del payaso es insistir para existir.


Imagine que se compra un circo...
De momento voy a montar un cabaret en Vitoria. Habrá de todo.


¿La mala uva nos acosa?
Sí, pero hay que tener la filosofía de darle la vuelta a todo para sacarle su chispa y podernos reír a gusto.


¿Nos falta gracia?
Pues sí.


¿Por falta de costumbre?
En general, por falta de apertura. Preferimos criticar. El buen humor es recordar que somos personas en vez mantener tanta apariencia y tan estricta.


¿Y a usted qué le hace gracia?
Ver a la gente tan constreñida, pero tan deseosa de reír y cortándose, tan quiero reír y no puedo. Eso es de risa. Es el absurdo total. El miedo al que dirán.


¿Con qué me quita la depre?
Mírese al espejo y agárrese a algo para sentirse feliz. Anímese. La felicidad hay que trabajarla. Si entra todos los días en el mismo agujero negro va a estar mal. Sonría a la gente. Provoque sonrisas.


¿Algo más?
Cuide la postural corporal, eche los hombros atrás y saque el pecho. Ábrase. Si nos encorvamos no sonreímos. Levántese. Agite los brazos si le sienta bien. Es terapéutico.


¿Sueña con morirse de risa?
Sí. Y hablemos más de la muerte porque es parte de la vida. Veámosla como algo natural.


¿Lloramos poco y reímos menos?
Sí. En general nos reprimimos y, en consecuencia, no expresamos lo suficiente. Con esta carencia expresiva reventamos como una olla exprés y eso no está bien.


¿Amor y humor algo que ver?
Por supuesto, amor, humor y respeto como base fundamental en cualquier relación.










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martes, 26 de abril de 2011

LA PASCUA Y LA SABIDURÍA DE UN NIÑO



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Jeremy nació con un cuerpo deforme y una mente lenta. A la edad de 12 años estaba todavía en segundo de primaria y no daba señales de poder adelantar.

Su maestra, Doris Miller, a menudo se exasperaba con él pues con frecuencia se retorcía en su asiento y lanzaba gruñidos. Otras veces hablaba de manera clara y precisa, como si un rayo de luz penetrase en la oscuridad de su cerebro.

La mayor parte del tiempo, sin embargo, Jeremy le causaba irritación.

Un día la maestra llamó a los padres de Jeremy y les pidió que fueran a verla para una tutoría. Cuando los Forrester entraron en la clase vacía, Doris les dijo: "Lo que realmente necesita Jeremy es una escuela especial. No es bueno para él estar con niños menores que no tienen problemas de aprendizaje. Hay una diferencia de cinco años entre su edad y la de los otros en su aula." La Sra. Forrester sacó un pañuelo y lloró quedamente, mientras su marido hablaba:
"Srta. Miller, no hay escuelas de ese tipo en las cercanías. Sería un terrible golpe para Jeremy si tuviésemos que sacarlo de esta escuela. Sabemos que realmente le gusta estar aquí."

Doris permaneció sentada un largo rato después de que se hubiesen marchado, mirando fijamente la nieve a través de la ventana. Su frialdad parecía filtrarse hasta su alma. Quería simpatizar con los Forrester. Después de todo, su único hijo tenía una enfermedad terminal. Pero no era justo mantenerlo en su clase. Ella tenía otros 18 niños a los que dar clase y Jeremy era una distracción para ellos. Además, él nunca aprendería a leer y escribir, así que ¿Para qué perder más tiempo intentándolo? Mientras ponderaba la situación, un sentimiento de culpabilidad se apoderó de ella. "Aquí estoy, protestando, cuando mis problemas no son nada comparados con esa pobre familia", pensó. "Por favor, Señor, ayúdame a ser más paciente con Jeremy."

Desde ese día, intentó ignorar los ruidos de Jeremy y sus miradas vacías. Un día, Jeremy se dirigió hasta su mesa, arrastrando tras de sí su pierna mala: "Te quiero, Srta. Miller", exclamó lo bastante fuerte para que la clase entera lo escuchase. Los otros estudiantes soltaron risitas entrecortadas y Doris enrojeció. Balbuceó: "¿Cómo? Muchas gracias Jeremy. Ahora vuelve a tu sitio, por favor".

Llegó la primavera, y los niños hablaban animadamente de la llegada de la Pascua. Doris les contó la historia de Jesús, y para enfatizar la idea del nacimiento a una nueva vida, dio a cada uno de los niños un gran huevo de plástico. "Ahora quiero que os lo llevéis a casa y que lo traigáis de vuelta mañana con algo dentro que signifique una nueva vida ¿Lo habéis entendido?". "Sí, Srta. Miller", respondieron entusiasmados los niños (todos excepto Jeremy). Él la escuchó dando muestras de estar comprendiendo lo que decía. Sus ojos no dejaron de estar fijos en el rostro de la maestra. Incluso ni hizo sus ruidos habituales. ¿Había entendido el chico lo que ella había explicado sobre la muerte y resurrección de Jesús? ¿Había entendido la tarea asignada? Tal vez debiera llamar a sus padres y explicarles a ellos el proyecto.

Esa tarde, el fregadero de la cocina de Doris se atascó. Llamó al plomero y esperó durante una hora a que viniera y lo desatascara. Después tuvo que ir al mercado para hacer sus compras, planchar una blusa y preparar un examen de vocabulario para el día siguiente. Olvidó por completo llamar a los padres de Jeremy.

A la mañana siguiente, 19 niños llegaron a la escuela, riendo y hablando mientras dejaban sus huevos en la gran cesta de mimbre sobre la mesa de la Srta. Miller. Tras acabar su lección de matemáticas, llegó el momento de abrir los huevos. En el primer huevo, Doris encontró una flor. "Oh, sí. Una flor es ciertamente un signo de nueva vida. Cuando las plantas brotan sus flores, sabemos que ha llegado la primavera". Una pequeña en la primera fila agitó su brazo. "Ese es mi huevo, Srta. Miller". El siguiente huevo contenía una mariposa de plástico que parecía muy real. Doris la mantuvo en alto: "Una oruga cambia y se transforma en una bonita mariposa. Sí, también es nueva vida". La pequeña Judy sonrió orgullosa y dijo, "Srta. Miller, ese es mío". En el siguiente, Doris encontró una roca con musgo. Explicó que ese musgo también significaba vida que crece aun en una piedra. Billy alzó la voz desde el fondo de la clase: "Mi papá me ayudó", dijo sonriente. Entonces Doris abrió el cuarto huevo y tuvo que controlarse para no exhibir un gesto de decepción. El huevo estaba vacío. Con toda seguridad debe ser de Jeremy, pensó, y, naturalmente, él no ha entendido mis instrucciones. Si no hubiese olvidado telefonear a sus padres... Para no hacerle pasar un mal rato, con cuidado puso el huevo a un lado y alcanzó otro. De pronto Jeremy dijo: "Srta. Miller, ¿No va usted a hablar de mi huevo?". Doris replicó desconcertada: "Pero Jeremy, tu huevo está vacío". Todos se rieron. Él la miró fijamente a los ojos y dijo suavemente: "Sí, pero la tumba de Jesús también estaba vacía". El tiempo se paró. Cuando pudo hablar de nuevo, Doris le preguntó: "¿Sabes por qué estaba vacía la tumba?". "Oh, sí. A Jesús lo mataron y lo pusieron dentro. Entonces su Padre lo elevó hacia Él."

La campana del recreo sonó. Mientras los niños corrían animadamente hacia el patio del colegio, Doris lloró. La frialdad de su interior de desvaneció por completo. Mas tarde ella se ocupó de explicarle a todos los niños que el ganador había sido Jeremy y las razones por ello. 

Tres meses más tarde, Jeremy murió. Aquellos que fueron a expresar sus condolencias se sorprendieron al ver 19 huevos sobre la tapa de su ataúd. Todos ellos vacíos.

Mas...





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Construir la Pascua....







¡Construir la Pascua! 

Cuando anuncié a Jesucristo encarnado en el hombre y en camino hacia el Padre, en libertad, justicia, paz y amor, Construí la Pascua. 

Cuando canté la esperanza a los que sufrían abandono y soledad y experimentaban en la carne y la vida la agresión a su dignidad de personas y de hijos de Dios: Construí la Pascua. 

Cuando acogí a alguien con hambre de ser escuchado, porque encontraba todas las puertas cerradas: Construí la Pascua. 

Cuando di pan a los que tenían hambre, ropa a los que tenían frío y marqué el camino al que andaba perdido: Construí la Pascua. 

Cuando limpié lágrimas y ayudé a sonreír, cuando desperté la voluntad de vivir y de caminar: Construí la Pascua. 

Cuando levanté mi voz contra los poderosos que explotaban los países del Tercer Mundo, no dejando vivir ni crecer con las enormes deudas que aumentaban cada día: Construí la Pascua. 


Cuando me detuve junto al pobre del camino, sucio, ebrio y le tendí la mano, le sonreí y le hablé: Construí la Pascua. 

Cuando escribí una carta, con palabras de aliento y ánimo para que vivir la vida con ilusión, entonces: Construí la Pascua. 

Cuando me rebelé contra la manipulación y el robo de los indefensos o sin capacidad de protesta y de defensa: Construí la Pascua. 

Cuando hice crecer una flor, eché una gota de agua a una planta con sed, ayudé con mi forma de actuar a que mi casa, que es el mundo, se conservara limpia y fresca: Construí la Pascua. 

Es que si creemos en Cristo, nuestra vida es PASCUA; si creemos en la Pascua, construimos PASCUA

Ella, la Pascua, aconteció. Pero es necesario que siga aconteciendo, venciendo las resistencias de nuestro egoísmo…

… de nuestro individualismo, de nuestra comodidad, de nuestra deshumanización…

… de las tinieblas que se colocan delante de nuestra poca fe, como aconteció en la primera Pascua con la victoria de Jesús sobre el pecado y sobre la muerte.

Oremos para que el mundo crea en la Pascua.

Para que la Iglesia se renueve en la Pascua.

Para que nosotros revivamos en la Pascua. 

¡Feliz Pascua de Resurrección!








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Menú para Cuaresma

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1. TENER A LA MANO: 
Abrelatas, para abrir el corazón endurecido.
Cuchillo bien afilado, para cortar vicios y malas costumbres. 
Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares. 
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones. 
2. ABSTENERSE: 
De comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias). 
Evitar condimentar el día con venganzas. 
Evitar consumir altas dosis de egoísmo. 
No tomar rencor, que pone de mal genio. 
Evitar el consumo excesivo de picantes, para no decir malas palabras. 
No tomar postres helados, que congelen el afecto. 
Lavar  bien el corazón, para que no se infecte de la cólera. 
3. MENÚ RECOMENDADO: 
Exquisita caridad para con el prójimo. 
Caldo de atención a los desamparados y enfermos. 
Ensalada de detalles de afecto para los tuyos. 
Refresco de alegría para convidar a los tristes y desanimados. 
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos. 
Puré de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás. 
Pan bendito para los afligidos, ya que "las penas con pan son menos”. 
De postre se recomienda: 
Perita dulce, para ser buena persona y caerle bien a todos. 
Torrijas con miel para endulzar los defectos de los otros. 
Naranja dulce y limón partido "dame un abrazo que yo te pido". 
Y no olvides: "Donde come uno, comen dos" O sea: Comparte tu vida con los otros. 
Finalmente, el Chef Celestial recomienda sobre todo el alimento espiritual: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, Tiene Vida Eterna"

" Muy bueno para ponerlo en practica no sólo en este tiempo sino cada día."
Leído en :

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lunes, 25 de abril de 2011

LA HORA DE LA PASCUA





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Es hora de salir al balcón de la vida,

mirar el horizonte, despertar al alba

sentirse llenos de alegría.
 


Es hora de asomarse al infinito,

de anunciar y cantar,

trabajar y proclamar

que es posible un mundo nuevo y distinto.
 


Es hora de entrar en la noche sin miedo

y ser sus testigos;

descubrir su presencia entre nosotros

fortaleciendo nuestras esperanzas y anhelos.
 


Es hora de romper los esquemas de siempre;

de escuchar las palabras del silencio;

gustar su presencia callada, confesar la vida,

andar por los desiertos y abrir nuevas sendas

por donde pueda llegar el Reino.
 


Es hora de iniciar caminos nuevos,

arriesgarlo todo, apostar por Dios y su Reino.
 


Es hora de la Pascua, de Resurrección,

de brindar por la Vida Plena

que el Señor nos sigue trayendo,

para ensanchar nuestro corazón

y hacerlo más sensible y más fraterno.




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Mensaje Pascual

Todo era negro y oscuro.
Hoy todo es luz y claridad.
Todo parecía que todo había terminado.
Hoy sentimos que todo ha comenzado de nuevo.
Todo parecía imposible.
Hoy todo nos parece ya posible.
Todo parecía haber acabado en fracaso.
Hoy nos damos cuenta de que todo ha sido un triunfo.
Todo olía a muerte.
Hoy todo huele a la vida.
Todo olía a sepulcro.
Hoy todo comienza a oler a jardín de flores.
Todos le buscaban en el sepulcro.
Hoy todos lo encuentran en la comunidad.
Todos se sentían avergonzados de su cobardía.
Hoy todos vuelven a recobrar la alegría del coraje.
Todos se habían escondido llenos de miedo.
Hoy todos vuelven a salir a la calle con un mensaje en el alma.
Antes eran todavía hombres viejos.
Hoy todos se sienten los hombres nuevos de la Pascua.
Antes eran los hombres de la carne.
Hoy todos comienzan a ser los hombres del Espíritu.
Antes no entendían nada.
Hoy su mente se ha llenado de luz.
Porque esa es la Pascua.
Vida en vez de muerte.
Triunfo en vez de fracaso.
Resurrección en vez de sepulcro.
Ayer todo era viejo, olía a viejo.
Hoy todo es nuevo, huele a nuevo.
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

Clemente Sobrado C. P.

Mensaje Pascual