Disfrutemos el corazón de la sandía!!!!!!


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Cuando yo era niño, la sandía en mi tierra era una exquisitez. Un amigo de mi padre, Ángel, era un próspero mayorista de frutas y verduras que tenía un depósito en la ciudad.
Todos los años, cuando llegaban las primeras sandías, Ángel nos llamaba. Papá y yo íbamos a su depósito y tomábamos posiciones: nos sentábamos en el borde del muelle, con los pies colgando, e inclinados para minimizar la cantidad de jugo que estábamos a punto de derramarnos encima.
Ángel traía su machete, abría nuestra primera sandía, nos daba a ambos un gran pedazo y se sentaba junto a nosotros. Entonces enterrábamos la cara en la sandía y nos comíamos sólo el corazón - la parte más roja, jugosa, firme, libre de semillas y perfecta - y botábamos el resto.
Ángel era lo que mi padre consideraba un hombre rico. Siempre pensé que se debía a que era un hombre de negocios de mucho éxito. Años después me di cuenta de que lo que mi padre admiraba en la riqueza de Ángel era menos la sustancia que su aplicación: sabía cuándo dejar de trabajar, reunirse con amigos y comerse sólo el corazón de la sandía.
Lo que aprendí de él es que ser “rico” es una actitud frente a la vida. Algunos de nosotros, al margen de cuánto dinero tengamos, "nunca" seremos lo bastante libres como para comernos solamente el corazón de la sandía, disfrutando con las personas que uno quiere. Otros son “ricos” sin tener más que un mísero cheque de sueldo por delante.
Pero si uno no se toma el tiempo para dejar que los pies cuelguen sobre el muelle y disfrutar, con otros, de los pequeños placeres de la vida, su carrera probablemente será significativa.
Durante muchos años olvidé esa lección que aprendí cuando niño en el muelle de carga de Ángel. Estaba demasiado ocupado haciendo todo el dinero que podía.


Afortunadamente, la he vuelto a aprender.  Hoy tengo tiempo para alegrarme con los éxitos de los demás y para disfrutar de cada día. Ése es el corazón de la sandía. Y he aprendido a desestimar el resto.



Ser rico no es un número en una cuenta bancaria, ser rico es el estado de conciencia de quien sabe disfrutar lo que hay.

Ser rico es un estado visual del que ve siempre el vaso lleno, no medio lleno...sino lleno.

Ser rico es la inevitable vibración de quien solo sabe sentirse agradecido.

Ser rico es cantar porque si, es ser feliz por autodecreto...con o sin tarjetas metalizadas.

Ser rico es sentirse abundante en oxigeno, en rayos de sol, en lluvia, en tierra que lo sostiene.

Ser rico es comprender que no somos poseedores de nada, tan solo administradores temporarios de algunos bienes.

Ser rico es tener el inmenso placer de compartir nuestra buena fortuna relajadamente con aquellos que mas amamos.

Ser rico es saber ver que la esencia básica del universo es inmensa e incontable por eso es infinito y eterno.

Ser rico es el gozo pleno de una noche estrellada, de una sonrisa gratuita.

Ser rico es la actitud de cultivar la inocencia y el juego del que ve un motivo para ser feliz en las cosas mas simples......


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